jueves, 2 de junio de 2011

La OMS reconoce una posible relación entre los móviles y algunos tipos de cáncer

Foto: Iñaki Andrés
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha llegado a la conclusión de que el uso de teléfonos móviles puede estar relacionado con un aumento del riesgo de sufrir cáncer. Así se desprende, al menos, de su decisión de clasificar los campos de frecuencia electromagnética -como los que desprenden los móviles- como un compuesto "posiblemente carcinógeno" para los humanos, en base a los estudios que lo relacionan con un mayor riesgo de glioma, un tipo de cáncer cerebral.
El debate sobre los móviles y sus posibles efectos negativos sobre la salud lleva años en el candelero. Durante una semana, un grupo de 31 científicos de 14 países se ha reunido en Lyon (Francia) en un encuentro organizado por la IARC, para tratar de arrojar un poco de luz sobre el tema y evaluar el potencial carcinógeno de estas radiofrecuencias.
Han analizado si la exposición a estos campos electromagnéticos puede tener efectos a largo plazo para la salud de las personas, un tema que consideran muy importante debido a que el número de usuarios de móviles aumenta cada año entre los adultos y los niños. Se estima que actualmente hay más de 5.000 millones de estos dispositivos en circulación.
Los expertos han revisado todas las investigaciones publicadas hasta la fecha sobre el uso de teléfonos móviles y el riesgo de glioma, de otros tipos de cáncer y de neuroma acústico (un tumor benigno).
Tras este análisis exhaustivo, el doctor Jonathan Samet, de la Universidad del Sur de California (EEUU), jefe del grupo que ha analizado la cuestión, explica que "la evidencia acumulada es lo suficientemente fuerte como para apoyar una clasificación de estas ondas en el grupo 2B [de compuestos posiblemente carcinógenos]". Indica que "esto quiere decir que podría existir cierto riesgo de cáncer por el uso de móviles, pero que todavía tenemos que analizar mejor esta relación".
"Dadas las potenciales consecuencias para la salud pública de esta clasificación, es importante que se realicen más investigaciones sobre los posibles efectos a largo plazo. Pero, mientras tanto, convendría reducir la exposición a estos dispositivos", añade Christopher Wild, director del IARC.
Las principales conclusiones de esta semana de debate se publicarán en una monografía de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y en el número de julio de la revista 'The Lancet Oncology'.

La clasificación de la OMS

La organización sanitaria clasifica los compuestos en cuatro categorías, según el riesgo que tengan para la salud humana.
El grupo 1 define aquellos productos que son carcinógenos para las personas y existen evidencias claras y suficientes sobre esta relación.
El grupo 2 engloba a los agentes sobre los cuales existe casi suficiente evidencia sobre su potencial carcinógeno, por un lado, o cuando a pesar de no existir datos en humanos sí hay evidencias suficientes en investigaciones con animales. Esta categoría se divide en 2A -probablemente carcinógenos- y 2B -el grupo al que se han asignado los teléfonos móviles y que corresponde a aquellos compuestos 'posiblemente' carcinógenos-.
El grupo 3 hace referencia a productos que no son clasificables como carcinógenos para los humanos porque no existen suficientes pruebas. Y, por último, el grupo 4 que señala a los agentes no carcinógenos porque existen evidencias de que son seguros.

'Es casi imposible que estos microbios lleguen al plato'


El precipitado anuncio de las autoridades de Hamburgo, que culparon en un primer momento a unos pepinos españoles del brote de infecciones por 'E. Coli' en Alemania, dañará previsiblemente al comercio de esta clase de alimentos, pese a que la realidad es que, a día de hoy, se desconoce cuál ha sido el origen de la contaminación.
Los expertos recuerdan que en toda Europa -y, por supuesto, en España- existen controles estrictos para asegurar al consumidor que los alimentos no están contaminados por 'E. coli' ni ninguna otra bacteria que represente un peligro para la salud, como puedan ser la listeria y lasalmonella.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha recomendado ningún tipo de restricción, "ni a los viajes a Alemania ni al comercio con este país". Aun así, muchos temen que la venta de verduras se vea perjudicada, y no sólo en España. "El mercado europeo de hortalizas ha caído. Ahora mismo nadie se va a hacer una ensalada", comenta Alfonso Carrascosa, investigador del Instituto de Fermentaciones Industriales (IFI), adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La Comisión Europea, por su parte, no levantó hasta el miércoles por la tarde la alerta que mantenía sobre los pepinos españoles procedentes de Almería. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria tuvo que mostrar en Europa análisis de productos de la zona libres de toda contaminación.
En todo caso, las pruebas rutinarias que se realizan en España sobre los productos alimentarios deberían bastar para garantizar la seguridad. "Los análisis a los que están obligados todas las empresas que distribuyen alimentos habrían detectado el brote", indica Carrascosa. De hecho, este experto recuerda que "las empresas españolas [acusadas de propagar el brote] han presentado certificados" que avalan el correcto seguimiento de estos controles.

Análisis rutinario

La 'E. coli', una bacteria común que puede estar presente en las aguas, carnes y -más ocasionalmente- en otras clases de alimentos, se analiza rutinariamente en los laboratorios de seguridad alimentaria. Cuando aparece, puede ser un indicador de contaminación fecal, por lo que habitualmente "saltan todas las alarmas", según Carrascosa. "Porque hay probabilidad de que, además de 'E. coli', haya también salmonella".
"Es prácticamente imposible que estos microbios alcancen al consumidor", resume este experto, quien aventura dos hipótesis plausibles sobre cómo podría haberse originado el brote que ha acabado ya con la vida de 16 personas. "O bien ha sido un brote que se ha transmitido desde un mercado o a través de una cadena hotelera".
En cualquier caso, Carrascosa lamenta que la noticia -después desmentida- aparecida en los medios sobre el origen español de la infección "ha hecho un daño tremendo". El error, según argumenta este investigador, fue que las autoridades de Hamburgo detectaron presencia de 'E. coli' en unos pepinos, lo que no debería haber trascendido hasta confirmar que se trataba de la cepa patógena causante del brote.
"Todo lo que está ocurriendo es propio del mundo en que vivimos: todo pasa demasiado deprisa y se confunden hipótesis con informaciones", concluye este experto.

La OMS atribuye el brote a una cepa de 'E. coli' desconocida hasta ahora

Una especialista trabaja con muestras de 'E. coli'.| AP | Petr David Josek

La Organización Mundial de la Salud ha señalado que la bacteria de 'E. coli' que ha causado ya al menos 17 muertes en Europa corresponde a una cepa nunca vista antes, lo que contradice la información de los Centros Europeos de las Enfermedades (ECDC) que en un informe a petición de la Comisión Europea señalaban a esta misma cepa como causante de un brote en Corea en el año 2005 y de ocho casos en territorio europeo en 2008.
Según la OMS, sin embargo, la secuenciación genética preliminar del patógeno señalaría dos mutaciones en genes clave que explicarían por qué el actual brote en Centroeuropa está resultando tan letal.
"Se trata de una cepa única que nunca antes se había aislado en pacientes", ha señalado Hilde Kruse, especialista en seguridad alimentaria del organismo a la agencia Ap; "con varias características que la hacen más virulenta y capaz de producir toxinas".

Resistencia a los antibióticos

Una idea en la que han coincidido investigadores del Instituto de Genómica de Pekín, que están colaborando con la Universidad alemana de Hamburg-Eppendorf. Tres días después de recibir muestras de 'E. coli' para su análisis, los científicos chinos han señalado que se trata de una nueva cepa, altamente infecciosa.
En un comunicado, aseguran que el patógeno que está actuando en Centroeuropa comparte un 93% de similitudes genéticas con otra variedad de 'E. coli' denominada EAEC 55989, aislada hasta la fecha en África central y relacionada con casos graves de diarrea.
"La secuenciación del genoma indica que se trata de una cepa 0104, pero de un serotipo nunca antes implicado en brotes de 'E. coli'", señala el instituto chino. "Esta nueva cepa ha adquirido secuencias específicas, similares a las implicadas en la patogenicidad y colitis hemorrágica y en el síndrome hemolítico urémico", añaden.
Para finalizar sus hallazgos añaden que las técnicas de ADN también han revelado que la mortal cepa porta varios genes que le confieren resistencia a los antibióticos, incluidos los aminoglicósidos, macrólidos y beta-lactámicos, todo lo cuál dificulta el tratamiento.

1.500 afectados

Hasta la fecha, la cepa en cuestión ha infectado a más de 1.500 personas en nueve países de toda Europa (Austria, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Noruega, España, Suecia, Suiza y Reino Unido), casi 500 de las cuales han desarrollado complicaciones renales. Todos ellos, incluidos los tres afectados que también ha registrado EEUU, habían viajado recientemente a Alemania, donde parece ubicarse el epicentro del problema. Aunque una vez descartada la 'culpabilidad' de los pepinos españoles, los investigadores siguen sin localizar en qué alimento se encuentra el origen del brote.
Por ahora, el brote de 'E. coli' es considerado el tercero más grave de la historia, aunque puede ser el de mayor mortalidad. En el año 1996, 12 personas fallecieron en Japón por una cepa diferente de esta misma bacteria, que infectó a más de 12.000 japoneses. Por otro lado, en el año 2000, el mismo patógeno causó siete víctimas mortales en Canadá